Para que nadie esté solo ni con el CORONAVIRUS, ni nunca han salido muchas iniciativas, tanto en Tres Cantos como fuera de Tres Cantos, y aquí exponemos una de ellas que, por su bondad, versatilidad y facilidad de trasladarse a otras ciudades o países, puede ser germen de muchas otras iniciativas particulares.
Todo empezó para resolver una caso de tantos.
En concreto de un pueblito español en Valladolid: Villabrágima, 1000 habitantes. La España vaciada ahora encima estaba aislada.
Según cuenta la voluntaria Pilar de Beas Marín: En un tanatorio, un sacerdote, el Padre Francisco Casas, acompañaba a un hombre que había fallecido por desesperación debido a la gran soledad que arrastraba desde hace años. «Le pregunté si podíamos ayudarle en algo y me contestó que rezáramos. Y se nos ocurrió la idea de que podríamos llamar a personas que estuvieran solas y darles conversación para animarlas y acompañarlas cada día. Al pedir ayuda a un grupo de conocidos, no sé muy bien el motivo, empezaron a salir voluntarios por todas partes», cuenta.
El padre Francisco Casas puso todo su apoyo a la iniciativa, nos acompañó y se involucró en este tema al 100%. Nos puso en marcha a las señoras y a Gran parte de los voluntarios como un Padre auténtico velando por nosotros.
Mucha gente sola por culpa del mal llamado confinamiento ( obligar a alguien a residir en un lugar diferente al suyo ); más correcto hubiera sido llamarlo reclusión: Encierro voluntario o forzoso de una persona en un lugar.
La capacidad de iniciativas de los ciudadanos ante esta crisis era impensable. En vez de encerrarnos a mirarnos el ombligo desde el principio salimos al balcones y se empezó a trabajar: que no hay mascarillas, pues las invento, que alguien está solo pues que deje de estarlo.
Y así nació esta iniciativa que llamaron Shemá. Los jóvenes rápidamente se pusieron a hacer el logo y la imagen corporativa. No si de estas crisis vamos a aprender hasta hebreo.
Shemá Israel (del hebreo, שְׁמַע יִשְׂרָאֵל, ‘Escucha, Israel’) es el nombre de una de las principales plegarias de la religión judía. Su nombre retoma las dos primeras palabras de la oración en cuestión, siendo esta a su vez la plegaria más sagrada del judaísmo. La oración reaparece en los Evangelios de Marcos y Lucas; en ocasiones forma parte también de la liturgia cristiana.
¿Qué es lo que necesita mucha gente en estos momentos? QUE SE LA ESCUCHE. «No me cuenten cosas, déjeme hablar a mí». Y así de sencillo echando tiempo y sentido común fueron buscando personas que estén solas y voluntarios que quieran acompañar. un ahora de teléfono escuchando es a veces el mejor respirador. Además de todo esto todos salen ganando: el que habla, el que escucha y nacen nuevas amistades que pueden durar toda una vida.
Hace falta distanciamiento físico pero no «Distanciamiento social»
Y así empezó la sociedad a vertebrarse, una AMPA de un colegio, unos vecinos, una parroquia, un familiar. En menos de dos semanas 45 grupos de siete miembros cada uno se organizan para que nadie esté solo. La verdad es que no son siete miembros por grupo sino siete familias por grupo porque toda la familia participa en la escucha con el «nuevo miembro de la familia» con el que hablamos todas las semanas.
“No te olvides de llamarme mañana, por favor”, dicen muchos de los beneficiados
¿Y por qué solo en España? Si el COVID es internacional la Escucha también. Ya han empezado en Argentina, en Chile y en otros países de América.
Si quieres conocer mejor esta iniciativa y ayudar, escucha los videos de la voluntaria y de Pilar par que veas lo útil que puedes ser sin salir de tu casa. ¿sabes ya de alguien que necesita que le llame alguien?, ¿sabes ya de alguien que pueda ayudar y llamar y escuchar a alguien?
Pilar, madre de 6 hijos y abuela de 6 nietos. No le sobra el tiempo de dedicación a su familia pero asegura que “emprender este voluntariado es algo que debía hacer. No podía quedarme de brazos cruzados y ya se ve que, como yo, muchas otras personas también se han puesto manos a la obra”.
Y puedes ponerte en contacto con Pilar. Escribe a pilardebeas@hotmail.com . Para que nadie esté solo ni con el CORONAVIRUS, ni nunca.
Está claro que hay modos de «hacer Iglesia» como el que ha incoado este sacerdote con voluntarios que sirve perfectamente también para los que están a las periferias de la Iglesia.
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