No me gustan los Bachi-Buzuk, por Luis Mosquera
No me gustan los Bachi-Buzuk, tampoco los ectoplasmas, y menos me gustan los esternocleidomastoideos. Pues son personalidades que se dan mucho hoy en día, los quieren psicoanalizar, otros adjudicarles una patología, pero me parece que se trata de gente sin educación y menos corazón, pues yo me resistía mucho a pensar que hay gente mala, pensaba en la torpeza, la equivocación, en el error, en la metedura de pata, en la ignorancia, y hasta lo que hemos citado: la mala educación. Pero la maldad no sé si sale de la mala educación, o de dentro del corazón, o de las dos cosas.
Sin entender de política, me sorprenden los personajes, sobre todo los que tienen la sartén, y la sartén por el mango también, estos que son retorcidos y de la cáscara amarga, que no tienen palabra. Es decir, en la historia, me he encontrado de una manera o de otra esta frase que su raíz está en el Evangelio que dice “la verdad, aunque te cueste la vida”, y solo amando a la verdad, amando la vida y echándole valor, porque también eso escasea y además muchos necesitan vivir en manada en gran medida por ser cobardes. Se puede vivir, y el mundo progresar, también porque dice el Evangelio, que «no juzguéis, y no seréis juzgados», y está bien, pero que dejen de tocarte las narices, porque todos nos cargamos, y lo peor es que muchos se creen las mentiras por falta de honradez con uno mismo.
Soy viejo, me crie con unos padres que cada uno tenía por llamarlo así, sus creencias políticas y orígenes distintos, muy distintos, y además dispares, y aunque no se trataba de estos asuntos y menos con los hijos, algo nos llegaba. Y no se trataba con los hijos ni se hablaba del tema para evitar cualquier atisbo de enfrentamiento familiar en resumidas cuentas. Lo cierto es que este servidor acabó conociendo testimonios verdaderos de ambas partes, por lo menos a lo que nos concernía a nosotros. Más adelante, también este servidor, pasó por la Politécnica, y también hizo zambullidas en la Escuela Superior de Bellas Artes, saliendo de la Universidad el año 76 y 78. Y con esto quiero decir, que bien conocí a los famosos grises de los que muchos presumen, y otras muchas cosas que omito para no aburrir.
En el primer trabajo profesional que tuve en Tres Cantos S. A., precisé ir a la calle, pero me fui yo, no me echaron, todo porque había unos señoritos que les dio por recalificar el suelo, y yo no quise. Y pasa, que ahora como vecino de Tres Cantos, y españolito de a pie, veo que los perfiles de estos señoritos se repiten en la política y en más sitios, que es lo característico ahora de los nuevos ricos, gente de derroche de dinero y grandes automóviles, en resumidas cuentas pienso yo, que vienen estos excesos de los grandes pesebres. Yo creo que funciona más que nunca, entre ellos, el mercado de consumo exhaustivo, pues tienen que mantener a flor de piel el último grito, y qué curioso, la gente de siempre, independientemente del nivel económico de ingresos que tenga, pues siguen siendo normalitos, el que tenía más, sigue teniendo más, el que menos, y el de la media, pues ahí está. Todos sometidos a la inflación y a la pérdida de poder adquisitivo. Y no sigamos con los empleos y etcétera, pues de todos es sabido que sobre el desempleo estamos de los primeros de Europa. Con todo esto quiero decir, que el dinero ha cambiado mucho de manos, se ha hecho rica mucha gente, y tengo la certeza de que por lo menos muchos están a la sopaboba instalados.
Como consecuencia diremos, que hay un fenómeno curioso que se produce, por otra parte, y es hasta humano, que emerge cuando una persona vive más o menos justa, y viene el hada o el hado madrino pudiendo ser un padrino que se fija en él y provoca lo que técnicamente se llama la ascensión de Arturo Ui. Pues el dinero abundante y el poder, suele corromper buena parte, y si la buena parte no está curtida, no le han zurrado bien en la universidad, por ejemplo, y no tiene una educación virtuosa, ni ha pasado por experiencias como la famosa mili, para controlar los apetitos, suele acabar mal. Mal para él y mal para los prójimos, y además se acostumbra al mal vivir.
Siempre he dicho, que los principios y los valores deben elevarse al alma y a la conciencia, la conciencia para depurarlos y mejorarlos día a día y todos los días, así ponerlos en práctica como hacen los militares, cumpliendo el deber de cada día o de cada momento, pues sabiendo lo que hay que hacer una vez depurado el pensar solo queda echar mano de la voluntad y ponerlo en práctica. Sería muy fácil entenderse así con mahometanos, católicos, protestantes y etc., pues el hombre elemental civilizado tratando con el hombre elemental civilizado, es decir, es evidente que a todos nos gustan las mujeres y eso es tan natural y tan bonito que de la misma manera se puede aplicar a otras cosas no tan admirables.
Y decía Robert Venturi en Berkeley, en su librito Aprendiendo de todas las cosas que podemos trasladar, también que debemos aprender de todo unos de otros. Y
estoy convencido de que para ser solidario hace falta un poco de introspección e intentar arreglarse a uno mismo antes que intentar arreglar a los demás, porque el redentorismo es un caos, debido a que redentor ya hubo uno, Cristo, y si volviera a nacer y lo tengo muy pensado, los suyos como en política le crucificaban otra vez. Pues los fariseos, levitas y doctores de la ley, los hay por doquier, y encima suele ser su modus vivendi.
He dado clases toda la vida, en distintos sitios y distintas materias, ahora sería incapaz de dar clase, pues cambian las materias y cambia todo, y estoy desfasado, reconozco, también me gusta decir un piropo, pero no decirlo con miedo. Y todo esto, viene a colación porque lo que me he encontrado y me encuentro en la vida, es a poderosos señores, o por lo menos mucho más poderosos que yo en todo, que presumen ser Bachi-Buzuk, que fabrican industrias de pesebres, y son bastante inútiles porque no saben hacer cosa de provecho, y recolectan los votos para el gran melón, aunque abrir el gran melón tiene narices.
Confesión pornográfica como conclusión, estoy convencido de que aunque hay que votar a partidos, como mal menor, porque a mí me gusta votar a personas, para mí es sagrada la palabra, cumplir la palabra, además de bello, es hermoso y necesario para el bien y el progreso. Así obtendremos concordia, pues alguien que tenga materia gris, mucho valor, verdad y palabra, aunque la verdad sea la suya o la del partido, yo me solidarizaba, y tanto es así que, en donde yo estoy empeñado en ser fiel, es con la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que, como yo y como tú, tendrá sus fallos, pero también tiene buen equipo y creo que siendo constructivo como corresponde a un arquitecto, y también corresponde a todo el mundo, pero los arquitectos conocemos las técnicas del oficio, siempre apeando para que nada se caiga, pues hay que empujar todos como granitos bien unidos de arena de la playa, porque España no está pasando el mejor momento, y no podemos distraernos con las nubes o las flores de mayo. Debemos unirnos en estas circunstancias por deber de patriotismo.
Si nos ponemos finos, hay algunos que hacen actos generosos, pues el valor de su voto es el mismo que el de otro, que a lo mejor no tiene tan buen corazón o menos formación o menos coco como hemos dicho, y, sin embargo, ambos son demócratas y juegan a lo mismo. Pero eso te lleva también a pedir y a exigir, que el que está arriba de la talla, que la política como se entiende actualmente no es una carrera de oportunidad, la carrera de políticas existe, y desgraciadamente no ocupan los puestos que corresponden en la mayoría de los casos.
Si con lo que he escrito soy facha, estoy en fango o cualquier otra chorrada de esas, lo admito si es necesario, y además tan contento, porque tengo la conciencia total y absolutamente tranquila. No me explico cómo hay una guerra en Palestina ni en Ucrania y menos en el siglo XXI, cuando yo tengo un fabuloso dispositivo en la mano que es ordenador y lo tiene todo el mundo, ha aparecido la infinita enormidad de la Inteligencia Artificial y somos tan burros, crueles y bestias que nos matamos los unos a otros. Con esto quiero remitirnos a la Constitución del 78, que encierra enormes sacrificios de todos los españoles para vivir en paz y perdonarse unos a otros y pasar de la guerra a una nueva convivencia. Y me parece que esa guerra estalló por las enormes provocaciones que hubo.
Como moraleja y para terminar, no es nada bueno ni terapéutico sacar los rencores, las amarguras, las cuentas pendientes, en una convivencia que se había asentado la Paz y me parece que nuestra horrenda guerra estalló por las enormes provocaciones que hubo, y no es cosa de que ahora volvamos a las andadas. Amemos y amemos la Paz.
Luis Mosquera
Arquitecto
No me gustan los Bachi-Buzuk, por Luis Mosquera, colaborador habitual de Tres Cantos Plus