Javier Aranguren nos explica en directo su obra ‘El orden y el caos’.
El Ayuntamiento de Tres Cantos ya anunció que en la Sala Baluarte, hasta el 16 de diciembre, ‘El orden y el caos’ muestra la obra gráfica del arquitecto y artista del grabado Javier Aranguren.
Además de la nota oficial (que enlazamos) que repiten otros sin aportar nada nuevo, nosotros hemos hablado con el autor. Nos ha confesado muchas claves que hacen que la visita a la exposición tenga mucho más interés. Siempre hemos tenido muy de cerca todo lo relacionado con la Casa de Cultura.
Es un punto de unión entre la práctica arquitectónica del dibujo de proyecto y el grabado
Hay ocasión de conocer de primera mano las técnicas de grabado como la punta seca: esta es una técnica de incisión directa sobre la matriz que, por norma general, es de metal o metacrilato. Se caracteriza porque la talla va siempre acompañada de una rebaba en el borde (en uno o a ambos lados según la inclinación del punzón). Se diferencia de otros procedimientos como el buril o el aguafuerte que presenta líneas más secas. Al dibujar una punta seca el material de la plancha no se elimina, sino que se desplaza, dando lugar a trazos aterciopelados, ya que la tinta -además de entrar en la talla- se “enreda” en ese reborde.
Por este motivo las planchas aguantan pocas estampaciones, ya que la rebaba va cediendo ante la presión del tórculo o la fricción de la tarlatana. Si se tratase de una punta seca sobre metal podremos someter la plancha a un proceso electrogalvánico para endurecer su superficie.
La tonalidad del dibujo dependerá de lo que se apriete con el punzón, ya que la profundidad dará cabida a más o menos tinta. Debe usarse un punzón o punta seca de calidad (acero, zafiro , diamante…), ya que se desafilará con facilidad. Es conveniente ayudarnos del continuo afilado con una piedra de Arkansas, o en su defecto, una piedra de afilar común de grano fino.