MENAS: ¿qué son y cómo los utilizan los políticos? por Daniel Almagro.
Hace algunos años ya mi entrevista con Alberto San Juan Llorent, en su primera etapa como Director General de la Familia y el Menor de la Comunidad de Madrid.
Recuerdo con qué ilusión entré en aquel despacho con la idea de poder aportar algo en lo referente a la acogida de MENAS y personas migrantes en nuestra comunidad.
La entrevista con Alberto y sus dos secretarias fue muy amena y distendida, hasta que le sugerí una visita a nuestra comunidad «Misión Emmanuel» en Tres Cantos a lo que accedió y puso fecha, pero nunca se produjo. Le comenté que yo estaba seguro que se emocionaría muchísimo durante la visita, como le pasó a nuestro alcalde Jesús Moreno (Tampoco regresó) a lo que él respondió «No lo creo», «pues estoy acostumbrado a las visitas de las casas de acogida que dispone la Comunidad de Madrid», a lo que yo respondí: «El día que yo no me emocione con esto, dejaré de hacerlo». Mi contestación no tenía idea de ataque, sino que me salió espontáneamente al sentir, más que comprender, la verdadera actitud de la persona con la que hablaba.
Desde entonces he ido corroborando ese sentir que tuve ese momento.
Llevamos 10 años acogiendo personas vulnerables, de todas las nacionalidades, siendo mayoritariamente personas subsaharianas y del Magreb, entre las que se encuentran menores no reconocidos como tras el estudio antropométrico o por otra razón, incluso hemos podido acoger menores que han sido reconocidos como tal con posterioridad, tras intervención legal. En este tiempo hemos aprendido y seguimos aprendiendo a acompañar a estos chicos, sacando la siguiente conclusión:
Los MENAS extranjeros son niños que llegan impulsados por la necesidad extrema y la esperanza de un futuro que su país no le puede ofrecer, sin tener claro a qué atenerse en nuestro país o su nueva realidad, de ahí la importancia de un abordaje temprano, donde se les pueda hacer «aterrizar» haciéndole consciente de sus posibilidades reales, para que puedan ir dando los pasos correcto y por sí mismos, algo que no suelen hacer muy bien la ONGs que dependen del Estado, que suelen ofrecerles un visión distorsionada de sus nueva realidad, ofreciéndoles una acogida con todo lo material cubierto con creces, tratándoles como a un niño español al que no le falta de nada, para luego al cumplir la mayoría pasar a situación de calle, pero con la idea que tienen derecho a todo, como antes. Es en este momento cuando muchas de estas ONGs buscan cualquier alternativa de acogida para no dejarlos en esa situación y entonces pueden caer en un buen lugar o no.
Nosotros acogemos a muchos chicos en esta situación y debemos de realizar un abordaje de reducción por así decirlo, intentando corregir lo aprendido en los centros de menores, para poderles ofrecer una oportunidad donde ellos dejan de ser beneficiarios pasivos a beneficiarios pro-activos donde ellos aprenden trabajando en su propia emancipación, consiguiendo normalmente su emancipación temprana a través de la inclusión laboral, pues es lo que según nuestra experiencia, más les ayuda a tomar conciencia de su realidad.
No todos tienen la suerte de dar con un lugar donde se les acompañe, menos aún un la comunidad de convivencia donde se les conozca realmente. Otros no quieren o no pueden cambiar lo anteriormente aprendido y terminan en la calle y a merced de lo que les ven como mercancía, aumentando así los índices de delincuencia de los barrios donde suelen hacer sus guetos, también con la ayuda de las asociaciones psicopolíticas que proclaman únicamente derechos y subversión, algo que no ayuda para nada, aunque tengan razón en algunos derechos que todo ser humanos debería de tener, viva donde viva, junto con un respeto profundo de sus dignidad, pero la realidad es que, al ser movimientos politizados, suelen actuar dependiendo a quien se dirijan.
Hoy en día nuestro gobierno del PSOE tiene bloqueado el acceso a las citas de asilo, tras haber cambiado varias veces el sistema de acceso y sobre todo tras haber caído en muchas ocasiones en manos de las mafias. Pero estas asociaciones se conforman con protestas minoritarias pues los dueños de las calles como los sindicatos, no morderán la mano que les da de comer. Así estamos viendo cómo se «reparten» a los MENAS entre las Comunidades Autónomas como si fueran mercancía apestada, haciendo excepciones o no, según el color político de estas y su poder electoral.
Mucho podría hablar de los MENAS y de los jóvenes extranjeros que van llegando a nuestro país pero en este artículo solo recalcaré lo más importante, como la falta de voluntad política para cambiar una situación insostenible, debido a que la migración se ha convertido en un arma política importantísima, para todos los partidos políticos, pues todos utilizan esta realidad para captar votos a un lado y a otro del reservorio electoral, unos con medidas buenistas e ideológicas que terminan por ser del todo hipócritas por ser insostenibles y otros, con acciones menos hipócritas, pero inaplicables a no ser que nos convirtamos en un país militarizado, con las libertades mermadas para algunos.
Tampoco podemos descartar la acción de determinadas instituciones supranacionales que endiosadas y ciegas de poder económico, tienen mucho que ganar con la desestabilización que provocan las emergencias, pues aumenta muchísimo el endeudamiento de los estados con ellas y por tanto su poder, mientras los ciudadanos divididos y ocupados en sus luchas tribales, no exigen un precio justo para los alimentos, un sueldo digno, poder tener un domicilio, intimidad sin que utilicen sus datos para mejorar su control de consumo… Pero esta es otra historia.
«La Solución» pasa por un plan de inmigración que no puedo describir por no existir, pero si me atrevo a hacer algunas sugerencias llegadas de mi experiencia. Debe ser un plan paralelo a las necesidades de nuestro país, pues la inmigración es un fenómeno natural que se ha producido siempre para equilibrar el mundo y del que se pueden beneficiar todos, si se ordena o gestiona de manera adecuada.
Primero viendo nuestras necesidades y encaminando la inmigración a cubrirlas, para ellos necesitamos intervenir en las fronteras y en las de origen, proponiendo un plan migratorio, con una serie de filtros que vayan dirigidos a la protección de la persona migrante y de los intereses propios de nuestro país, pudiendo regresar el individuo de forma normalizada si tras un tiempo así lo valora él mismo o los responsables de su plan migratorio, cumpliendo unas garantías de derecho.
Los MENA deberán de llegar con un familiar o tutor, los que llegasen de forma irregular deberían insertarse a través de un plan de acompañamiento dirigido y paralelo al plan general migratorio. Hacemos hincapié en su emancipación temprana a través de la autonomía proactiva, evitando por todos los medios la dependencia, incluyéndose en todas las actividades de mantenimiento y sostenimiento del lugar de acogida, incluyendo diferentes refuerzos positivos y negativos dependiendo de su colaboración con el itinerario del plan. Los refuerzos pueden ser económicos o de actividades o habitacionales, en respuesta a su comportamiento. Favorecer su inclusión laboral y una vez conseguida en su promoción por la formación y práctica en los oficios que se valoren como no cubiertos por la población autóctona. Sin detrimento de sus derechos y libertad individual una vez cumplida la mayoría.
Con esto no ofrecemos la solución mágica, sino simplemente una dirección en la que se podría trabajar con la intención de acabar con la demagogia que utiliza a estas personas. A estos niños.
Daniel Almagro.
Presidente de Abraza África
Hermano de la comunidad Misión Emmanuel
MENAS: ¿qué son y cómo los utilizan los políticos? por Daniel Almagro. Lo que nos cuesta ya el intermediario y los servicios públicos y privados ya ha llegado a 6000 euros al mes por persona.