¿Qué tienen de malo (y de bueno) las Residencias Privadas de Mayores? Para no caer en prejuicios apriorísticos («todo lo privado es malo, todo lo público es malo») sobre este tema y con la calma de un año de COVID, pasamos a valorar que pasó con datos tanto cuantitativos como relativos y distinguiendo regiones que nos dan luces para entender mejor el problema.
Recientemente hubo un programa de Canal Vicus muy interesante pero sin la participación del partido que han votado casi la mitad de los tricantinos que han quedado desamparados en el debate. Esperamos que este articulo ayude a seguir profundizando en un tema tan importante en Tres Cantos en estos momentos.
Hora de Hablar: Residencia de Mayores de Tres Cantos
Resumimos la información que hemos encontrado mayoritariamente de Madrid y de las empresas que hay en Tres Cantos.
Infolibre: La hecatombe de las residencias en Madrid: 544 muertos en Orpea, 516 en Amavir, 419 en DomusVi, 217 en Ballesol...
5.795 fallecimientos que vivían en residencias y que murieron por coronavirus confirmado o con síntomas compatibles con la enfermedad en marzo y abril desglosados por centros de la Comunidad de Madrid que es cuando fueron la mayoría de los fallecimientos un 90% de las muertes.
La lista la encabeza Ballesol Alcalá con 84 muertes pero hay hasta 38 geriátricos donde se registraron 40 o más decesos
La ratio de fallecimientos por número de plazas es especialmente negativa en los casos de Mensajeros, Aralia, Vitalia Home, DomusVi, Amavir y Orpea
En 131 centros (de las 472 residencias operativas en Madrid) que no atribuyeron ninguna muerte al covid-19 (el 27,7% del total). Y esto no se suele contar.
Gestión pública vs. gestión privada
En la Comunidad de Madrid están registradas 475 residencias, de las que 472 estaban operativas durante los meses de marzo y abril. El sector está profundamente privatizado: solo hay 27 centros de titularidad y gestión pública –25 a cargo de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) y dos municipales–, mientras que los 445 geriátricos restantes están en manos privadas. Por tanto, solo el 5,7% de las residencias tienen gestión pública. Este porcentaje se duplica si analizamos el número de plazas autorizadas porque parte de los centros que gestiona la AMAS tienen gran capacidad: el Doctor González Bueno es el más grande con 604 camas y hay otros seis con más de 400. El resultado es que hay 45.962 plazas de gestión privada (el 87,9% del total) y 6.330 de gestión pública (12,1%).
Pues bien, en cuanto al número de decesos durante la pandemia, 644 se produjeron en Residencias de Gestión Pública (11,1% del total) y 5.151 en las privadas (88,9%). En términos globales, aunque la diferencia no es muy grande, son menos malos los datos de los geriátricos públicos.
La AMAS tiene a su cargo 6.258 camas y en sus centros perdieron la vida 644 personas. Es decir, uno de cada diez residentes. El virus azotó con fuerza especial a siete centros, todos ellos con más de 40 víctimas y que están entre los treinta con peores cifras (Doctor González Bueno, Reina Sofía, Francisco de Vitoria, Adolfo Suárez, Nuestra Señora del Carmen, Gran Residencia y Arganda del Rey).
Todos menos el Adolfo Suárez tienen más de 400 plazas, un dato más para la reflexión sobre la conveniencia de tener macroinstalaciones de este tipo, que se han mostrado especialmente vulnerables cuando entra en ella un virus letal como el covid-19. También hubo pequeñas instalaciones que fueron un desastre y que hicieron el récord porcentual de la Comunidad de Madrid:
Prado del Rey (Pozuelo de Alarcón): De 27, 17: el 63% falleció.
La inmensa mayoría de esas residencias sin víctimas no pertenecen a la docena de grandes grupos que tienen cada vez mayor influencia en el sector residencial madrileño. Esos 12 grupos cuentan con 136 geriátricos y 22.665 camas (el 43,3% del total). Y en sus instalaciones perdieron la vida 2.989 personas, lo que equivale al 51,8% del total de decesos. Un porcentaje claramente superior al de camas gestionadas.
DomusVi es el tercer principal operador de la Comunidad de Madrid con 17 residencias y 2.692 plazas gestionadas. Su ratio de fallecimientos es aún peor que los de Orpea y Amavir: se sitúa en el 15,6%, puesto que 419 mayores perdieron la vida a causa del virus durante los dos meses críticos de la pandemia.
En Tres Cantos DomusVi hubo 49 muertes en dos meses en sus 99 plazas (50% de los residentes).
En el caso de Ballesol ese porcentaje es mucho más alto (el 58,5%), aunque cuenta con el llamativo ejemplo de Mirasierra, donde asegura que ninguno de los 20 fallecimientos se debió al virus. En total, murieron 217 residentes en centros de Ballesol.
En El Ballesol de Tres Cantos fallecieron 75 de 180 (41% de los residentes).
Albertia es, junto a Sanitas y Ballesol, el único de los doce principales grupos cuya ratio de fallecimientos en relación con las plazas de sus centros se sitúa por debajo del 10%.
La Vanguardia explica que las residencias privadas han registrado, porcentualmente, una mayor mortalidad de usuarios respecto a las públicas y concertadas, y lo ha achacado a los «bajos ratios» de personal y el «descontrol» a la hora de abordar soluciones ante la súbita llegada del coronavirus.
El presidente de Pladigmare ha señalado que la tasa de mortalidad fue del 18,40 por ciento respecto a las plazas ofertadas en centros de titularidad públicas, con 1.271 defunciones; mientras que en las privadas la tasa fue del 22,73 por ciento y 10.281 fallecimientos.
Las residencias de gestión pública tiene un ratio de 0,93 trabajadores por residente, las de gestión indirecta 0,7 y las privadas con plazas concertadas 0,42.
FALTA DE PERSONAL «SISTEMÁTICA»: es uno de los pilares en lo que se basa el negocio de las residencias. Y ha habido un 40 por ciento del personal de baja.
Las 6 residencias con más fallecimientos, 5 habían sido sancionadas por la Comunidad por escasez de personal. Por ello, cree que no hay seguimiento de las sanciones, aunque reconoce que con el último consejero, Alberto Reyero, «ha habido algo más» y su reciente dimisión «le honra porque asume una cierta responsabilidad».
También que hubo «cierto descontrol» en la primera ola porque avisaban de la mala situación en algunos centros y no actuaban. «Incluso antes del mando único de Sanidad no se controlaba la situación. Ahora tenemos la garantía de planes de contingencia.
Isabel Díaz Ayuso, le ofrecieron la colaboración de Médicos del Mundo «y la respuesta fue un rechazo total»
El plural da datos parciales. El 93% de los ancianos fallecidos en Madrid eran de residencias privadas o concertadas. Y dice más,… «Solamente 70 personas mayores han muerto en las públicas.»
En la Comunidad de Madrid hay 474 residencias, que se distribuyen de la siguiente manera: 25 de gestión pública, 18 de gestión indirecta, 161 concertadas y 270 privados).
Informe del envejecimiento no ayudó mucho a la investigación pero es un referente
El Informe del ministerio de Ciencia sí que es muy útil para nuestro caso:
Datos básicos de residencias en España
Número de residencias 5.417
Comunidades Autónomas con mayor número de residencias
Cataluña 1.002
Castilla y León 690
Andalucía 673
Castilla La Mancha 473
Madrid 425
Distribución de centros según titularidad
Pública 1.573 (29%)
Privada 3.844 (71%)
Número de plazas 372.985
Distribución de plazas por tamaño del centro
Menos de 25 plazas 18.770 (5%)
Entre 24 y 49 plazas 53.803 (14.4%)
Entre 50 y 99 plazas 108.645 (29.1%)
100 o más plazas 191.767 (51.4%)
Distribución de plazas según titularidad
Pública 101.289 (27%)
Privada 271.696 (73%)
Plazas: ratio por 100 hab. de más de 65 años en España: 4.1
Numero de plazas por 100 hab. mayores de 65 años para la provincia mejor dotada (Soria): 11.0
Plazas cada 100 habitantes mayores de 65 años para la provincia peor dotada (Las Palmas): 1.8
Fuente: Mapa de Recursos del portal Envejecimiento en red a 3/4/2019
RTVE informó de la situación de los ancianos en la pandemia, pero no dio luces nuevas.
ABC arrimaba el ascua a su sardina apoyando al Gobierno de Díaz Ayuso: «Diez comunidades tienen peores datos que Madrid en muertos en residencia durante la epidemia»:Aragón, La Rioja, Castilla y León y Navarra, con los porcentajes más altos.
Así aumentó la mortalidad en las residencias en 2020
Variación entre el promedio de las muertes en residencias socio-sanitarias entre enero y mayo de 2016 a 2019 y en 2020. Haz clic sobre cada provincia para ver el detalle
CONCLUSIONES para el debate:
- No es obligatorio que para que una residencia sea viable maltrate y estafe a los usuarios. El tamaño o la propiedad no es argumento exclusivo para que se gestione bien una residencia.
- Si no se controla a los fondos de inversión que solo les importa el beneficio es muy normal que maltraten a los residentes o estafen a la comunidad si tiene plazas concertadas. Si invierten esos fondos es porque las autoridades sanitarias lo han consentido y probablemente son cómplices de esos negocios maltratando la vida de terceros.
- Que sea gestionada una residencia de modo público no asegura nada como la historia ha demostrado. Con estructuras públicas ni salen más baratas que subcontratarlo ni han dado más calidad porque no suele haber más control de calidad, ni motivación.
Segovia, Ciudad Real y Albacete tuvieron una altisima mortalidad (más del 200% respecto al año anterior) a pesar de que el porcentaje de residentes en la pública es mayor (40%) que la media (30%).
- Lo ideal es iniciativa privada, si se encuentra, con control exhaustivo. Cuando no haya iniciativa privada interesada porque «no es negocio», el estado suple subsidiariamente aunque no «compense económicamente», ya que el estado (en sus diferentes niveles, local, autonómico o nacional) lo puede hacer igual de bien sin beneficios pero con el mismo control exhaustivo para evitar corrupciones institucionales, que las hay.
- Lo que hay que evitar urgentemente es la situación actual: muchas residencias en manos de las multinacionales que solo quieren beneficios convirtiendo un negocio honrado en una mafia con la vida de las personas consentida por las autoridades sanitarias (y partidos políticos enteros por no criticar a «los suyos») como ha ocurrido en la Comunidad de Madrid que no han hecho nada ante las quejas de todo el mundo.