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ELOGIO PERSONAL A MI QUERIDA PRESIDENTA

ELOGIO PERSONAL A MI QUERIDA PRESIDENTA (semblanza de Luis Mosquera Pedrosa sobre Isabel Díaz Ayuso)

A Isabel Díaz Ayuso, Presidenta de la CAM, no tengo el gusto de conocerla, pero aunque tengo 70 años y estoy viejo y enfermo, tengo la esperanza de que llegue el día en que la conozca porque estoy dispuesto a saludarla en algún mitin. Digo esto porque no me la han presentado, a lo mejor algún día, pero sí que la conozco porque procuro no perderme las entrevistas que le hacen y suelo hacer zapping en las noticias en donde también aparece y me honra mucho tener correspondencia con ella en donde se desvela tan brillante, sincera y auténtica como se manifiesta en la vida ordinaria.
Para mí es encantadora, es decir, hasta es capaz de encantar serpientes con toda la oposición que tiene. Además, goza de una muy fuerte personalidad que aguanta carros y carretas. Es muy mona, para mí es quizá injusto que la naturaleza haga a unos guapos y a otros feos, pero su belleza acompaña a su gestión de la vida, es decir, le ayuda. Me fijo en sus peinados porque soy un esteta, quizá el que más me gusta es cuando lleva el pelo recogido y aparentemente sin teñir, en su color, porque en España parece que tenemos más rubias que en Suecia. Sin duda lo que creo que le da esa chispa enorme que tiene son sus gestos, sus muequillas, sus hoyitos y su viveza.

Me consta, a título personal, que es agradecida, sincera, auténtica, cariñosa y buena amiga porque aprecia cualquier gesto por pequeño y diminuto que sea que se tenga con su persona. Por tanto, un conjunto rompedor y de lo más simpático, aparte de que no sé qué CI o qué CE tiene, pero desde luego va sobrada, muy muy sobrada.

Para mí es de esa nueva generación que puede cambiar el mundo. Cuando una persona tiene cocientes elevados y es buena, hará rendir sus potencias en beneficio de los prójimos. Estoy seguro de que es a lo que se dedica mi querida Presidenta en su afán diario.
Un servidor que no tenía pensado votar al Partido Popular en la Comunidad de Madrid lo va a hacer con mucha ilusión y además soñando con verla primero como Presidenta del PP y después como Presidenta de la Nación. Porque yo soy soñador como casi todos los arquitectos, pintores y etc. Todo si Dios quiere, porque Dios existe y estoy convencido de alguna manera. De no ser así, como decía el filósofo “si no lo hay, hay que inventarlo”, es algo imprescindible, aunque la gente solo se acuerda de Dios cuando está en el lecho de muerte.

Qué bien vendría tener, como tantos santos de épocas pasadas, una calavera en alguna parte que con su presencia recordara lo efímero de la vida, es decir, ese chispazo en la eternidad.
Fotografía: Luis Pernía

Como demuestro, tengo un enorme aprecio por esta mujer que, por otra parte, me parece muy humana y mujer porque últimamente ya un hombre casi no sabe dónde está en cuanto a su admiración por lo femenino, no vaya a ser que se busque un disgusto. En mi personal escala de valores, desde que tengo uso de razón y antes, estoy enamorado de la mujer, aunque últimamente los atentados a la poesía y a la feminidad me tienen más frío.

Siempre he tenido a la mujer en un pedestal y yo pisando suelo, y sus derechos no son los míos, son siempre más. Me da los hijos, es delicada, aunque fuerte, suele ser valiente y sacrificada y tan capaz o más como el hombre en el trabajo que puede hacer. Eso de igualdad nada, yo adoro a la mujer y a lo femenino, precisamente porque no soy feminista oficial. Adorar es algo más que querer y, por tanto, sus derechos son sagrados.

Hoy en día, para mí se hace una especie de violencia de género que es cargarse la poética de todo lo que contiene el fenómeno. A mí, que me ha vuelto loco la admiración por las mujeres, es esta poética la que me alimenta y si me la rompen mi admiración queda destrozada.

Esta, nuestra Presidenta, me parece muy femenina, con unos patrones, si se les puede llamar así, muy exportables socialmente y representa este importante valor social y de imagen como embajadora de España, en Europa y en el mundo. Es como si hablásemos de marketing o de moda, acabarán en otros sitios queriendo ser como Isabel Díaz Ayuso porque será un gran referente.

Además, como he dicho, es muy mona, espontánea y graciosa, y eso no quita para que me reafirme aseverando que además es muy atractiva.

Para mí es mucho más que una portada del Elle, Vogue, Telva o Marie Claire, porque es ella misma dándole carácter como Presidenta de la  Comunidad de Madrid o Presidenta de España y que no quepa duda que bien nos vendría que lo fuera del PP.

Yo sé poco de política, como debe ser, porque es una materia muy compleja y porque sé de mi oficio, arquitecto, pintor y docente. Cosa que no tantos por tener otras profesiones saben y zapatero a tus zapatos. Por cierto, a algunos compañeros arquitectos y promotores, en justicia, habría que quitarles el título por sus atentados a la estética urbana e igual a muchos conductores de automóviles por su peligro al volante. Entre tantas otras cosas, bien podrían ir estos asuntos en un programa electoral como también los insultos a la inteligencia.

Abriendo un paréntesis, recuerdo a mi querido Catedrático de Estética y Composición D. Víctor d’Ors. Además de Catedrático, salvando las distancias, fue amigo. Yo, como discípulo y como leí en algunos sitios, relacioné la ética, la estética, la composición y últimamente también la erótica, asunto que me parece fundamental que se estudie como asignatura en muchas universidades porque es muy útil para diversas carreras y fundamental para la vida. Incluidas carreras como la de cura o párroco porque grandes disgustos me han dado algunos destruyendo y construyendo iglesias.
Volviendo a lo que nos ocupa, la figura de Isabel Díaz Ayuso tiene riquísimos componentes que me atrevo a decir que son de belleza cuando no de hermosura.
Componentes de la vida para la vida, y no olvidemos que es una joven ya no promesa, sino activa.
Me parece que la Presidenta está en su mejor momento, en su plenitud, y le deseo que arrolle y que tenga todo el éxito del mundo que merece. En este mundo, gran parte de la sociedad es muy cobarde con la vida, envidiosa y egoísta, y no lo digo yo, sino que lo dicen grandes autores. La buena gente, como siempre, paga los platos rotos, pero en la película acabarán ganando los buenos porque son auténticos, valientes y comprometidos por ideales y causas nobles que ahora, más que nunca, es lo que hace falta y nada de demagogia. Yo creo firmemente, ya que estoy en el atardecer, cuando no en el anochecer de la vida, en las nuevas generaciones, pero no en los aborregados de consigna, porque el que vale, vale. Los parásitos no valen para nada más que desangrar e infectar, son tóxicos.
Hay estrategias y tácticas muy interesantes comunes a casi todos los quehaceres que según tengo entendido nuestra Presidenta borda. Se procura rodear de los que considera mejores y eso me consta por mi edad y experiencia que no lo hacen los mediocres, los bobos o los soberbios porque tienen miedo de que les hagan sombra.

Estos se rodean de miles de asesores, cada cual más inútil y parásito y compran voluntades. Se da en las empresas y en todas partes y mucho en la política.

Todo esto que hemos dicho y casi reflexionado un poquito, resulta que es un desahogo para mí que incluye un canto a la esperanza. Veo a mi Patria mal y creo y espero de esperanza que, con fundamento, la Comunidad de Madrid a fecha de hoy salga triunfante a pesar de los pesares. Para eso, tenemos que ser muy constructivos, ser todos arquitectos para construir el futuro de Madrid y de España que algún día seguro que llegará.

Luis Mosquera Pedrosa
Arquitecto Jubilado
ELOGIO PERSONAL A MI QUERIDA PRESIDENTA (semblanza de Luis Mosquera Pedrosa sobre Isabel Díaz Ayuso) es parte de la colección de personajes tricantinos.
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