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LA ESPERANZA EN LA MUJER, por Luis Mosquera

Hoy, Santa Isabel, 05 de noviembre de 2024

LA ESPERANZA EN LA MUJER, por Luis Mosquera

Tengo una gran suerte. A pesar de los pesares y de las tortas recibidas, que son unas cuantas, sigo emocionándome y sigo admirando a las mujeres, pero demonio, hay un buen puñado que se empeña en poner palos en las ruedas. Para mí, un hombre, es decir, un hombre de verdad, es el que solo puede realizarse en esta vida si las ama. Si las ama más o menos, puede incluso prescindir de la pareja en casos señalados. Por otra parte, hoy en día parece que existe y se da una cosa que se llama poliamor, es algo que yo no concibo bien, pues como hombre estar con muchas mujeres, o por lo menos con unas cuantas, puede suponer el considerarlas como antes se decía vulgarmente, como objetos. Pues parece que es un uso más que una entrega, y hasta podría ser en algún caso total y absoluta, y como tal satisfecha y sin necesidad de ninguna otra. 

Hay revolución, por lo menos a mí me agitan y revolucionan hoy en día, pues hay ansias, alguna angustia y bastantes neuras por realizar lo que los varones habitualmente realizan. Hablando en generalidades, eso tiene muchos riesgos, primero, que si no lo han hecho en la vida tendrán que adaptarse para hacerlo bien; segundo, físicamente la constitución y también el cerebro y la mente son distintos y tercero, que se cambian de alguna manera prioridades y entonces estas se alteran y como son muy importantes se pueden descontrolar. Aunque en esta reflexión estoy hablando de generalidades.

Esto me hace pensar en que la vida es muy corta, aunque larga, parece cuando eres joven, pero cuando eres viejo miras para atrás y todo hubiera sido antes de ayer y miras para adelante y te das cuenta de lo poco que falta. Aquí también nos podemos parar a pensar que la vida en pareja es una vida mucho más corta que la vida misma, y que además se puede quedar coja en cualquier momento. Deducimos que hay que aprovechar y, por tanto, no se debe picotear como una gallina en el corral de todo lo habido y por haber, ni tampoco consumir el sagrado tiempo que es limitado, una chispa en la eternidad, y no vuelve cuando lo gastamos, tampoco se debe consumir la cultura ni el arte, que bien está disfrutarlo llevándolo a las raíces del ser humano, pero por erudición y presuntuosamente hacer uso no se debe, o por lo menos así lo estimo.

Y cuando digo consumir me refiero a sociedad de consumo que el ser humano es el rey de la creación y tiene derecho a consumir todo, pero no lo fastidiamos, hay cosas que no son consumibles, se puede hacer uso sin consumir y más que uso un intercambio de usos o a lo mejor hasta una simbiosis. Los libros que se lean son para aprender, requieren mucha atención y algún tiempo y no en absoluto andar contando el contenido de uno para otro medio, matando el tiempo y con la satisfacción de eso tan sabido que es “vanidad de vanidades, todo es vanidad”. Y el comunicar, también algunas veces es vanidad. La vanidad ocupa muchísimo sitio en todos, en mí el primero. 
Volvamos a las mujeres. La Dra. Marian Rojas Estapé en su libro Recupera tu mente, reconquista tu vida, recuerdo haber leído algo así como que las mujeres se fijan fundamentalmente en la intelectualidad, personalidad y carácter del hombre, eso no quiere decir que no se fijen en el aspecto. Lo primero habitualmente en lo que se fija el hombre es en la carrocería de la mujer y después en todo lo demás. Volvemos a lo de siempre, las mujeres guapas son guapas, pero hay mujeres no tan guapas que son mucho más guapas de alma y corazón. Eso se refleja en el carácter y la personalidad, además de en la delicadeza, la ternura y sensibilidad. Por cierto, abrimos un paréntesis, yo voy a dejar de ser aprendiz del estoicismo, pues el estoicismo tiene cosas que están muy bien, pero a mí me da la gana llorar cuando quiera, lloro, y si me da también la gana de hacerlo en público no tengo pudor, lo hago, y ya no me contendré más quejándome cuando algo sea extraordinario o injusto. ¿Por qué tengo que ser menos hombre si me quejo o si lloro? Es humano y, por tanto, lo haré si hay motivo. Ante la injusticia, hay que quejarse siempre por obligación y si la desgracia afecta a una mujer, con mucho más motivo. Sigo pensando, no sé si me moriré así, que el sexo y la pasión son consecuencia del amor en mayor o menor medida, cada cual a lo suyo.
Mira que la naturaleza es hermosa, un puma, un “lamborghini” o un “eurofighter», elaboraciones del ser humano, un valle, una montaña, un mar, etc. Para mí y para los de mi naturaleza y condición, lo más hermoso y lo más bello es la mujer. Estoy seguro de que si te enamoras con raíces, el enamoramiento permanece en todas sus etapas, pues etapas tiene el amor. Tenía una amiga que me decía de otros amigos viejitos que iban de la mano “qué ridículos, con esa edad y de la mano como si fueran novios” ahora que he llegado a esa edad y sí le encuentro mucho sentido. Digo sentido porque vamos buscando el sentido de las cosas, espero, porque yo creo que la lucha del hombre, y también de la mujer que no se ofenda nadie, es buscar sentido a todo y a la vida y a la vida y a todo. 
Me ha ayudado mucho meditar repetidas veces un libro maravilloso que se titula El hombre en busca de sentido del psiquiatra Viktor Frankl. Dando una pincelada nada más, no es deseable el sufrimiento para nadie, pero este sufrió hasta Auschwitz y entiendo que aunque sea indeseable, no podemos de ninguna manera prescindir del sufrimiento. Como dicen los que saben, hay que aceptarlo y con un par de narices, abrazarlo para superarlo, y tener una gran e inmensa experiencia sobrenaturalizándolo. Casi casi como si hiciéramos algo positivo el sacrificio y el dolor. Puedo aseverar por experiencia y conocimientos que las personas religiosas tienen más facilidad para enfrentarse a situaciones de esta naturaleza.

A mi edad, recuerdo mis tiempos cuando la universidad era dura, existía la mili y tantas situaciones en donde la gente luchaba y se curtía. Era raro encontrar a alguien que hubiera estado en la mili y que no recuerde con cariño el compañerismo y la superación, que de alguna manera impregnaban el carácter de cada cual perdurando de por vida. Además, ahí había siempre orden y disciplina. En cuanto a los compañeros de la universidad, eran algo entrañable para siempre, aunque no hace falta ser universitario, el orden y la disciplina tiene que ir en todo y para todo, ya que del caos no sale nada bueno, hay que dibujar mucho para desdibujar después, y el caos y el desorden tiene mucho que ver, y por donde yo entiendo que empieza el caos es por el coco.

Más que por mi currículum académico, es por mi edad, porque me he matado a trabajar toda mi vida y porque alguna cosa he destilado, que me dan algo o un poquito de autoridad para poder escribir como amateur y que me lo rebata quien convenga. Aunque siempre estoy dispuesto a aprender y cuanto más, mejor. Como decía no sé quién, somos cuerpo y espíritu y aquí se queda el cuerpo, pero el espíritu continúa. También dicen, y dejémonos de vibraciones y de ondas, que trasciende todo lo que pensamos y lo que sentimos, yo creo que se trata incluso de ciencia, y que la Inteligencia Artificial se queda corta. Los que vengan detrás que lo sueñen. Y ahí lo dejo. 

Por último, creo que viene a cuento que aspiremos a algo que es un ejercicio de por vida que consiste en ser auténticos por encima de todo y eso conlleva la sinceridad y echarle narices, porque sin narices hoy en día no podemos construir o reconstruir nada, digo reconstruir porque todos sabemos que quién falta a la verdad, le importa un carajo y lleva una corte de pinochos como si fuera “el puto amo”.

Luis Mosquera Pedrosa

Arquitecto y Profesor de colegio

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