El pasado mes de febrero se llevó a cabo la audición para elegir al elenco del musical “Los chicos del coro”, que se estrenará en noviembre en el Teatro La Latina de Madrid.
Se recibieron más de 400 solicitudes de niños y adolescentes entre 6 y 16 años. Entre los 60 elegidos para la gloria, siete -en la imagen, situados de izquierda a derecha: Alejandro, Martín, Paola, Guillermo, Lucas, Amaya y Carlota- son “los chicos tricantinos del coro”.
Hemos hablado con ellos en el Centro Cultural Adolfo Suárez, durante uno de sus metódicos ensayos, coordinados por Nicolás Martín Vizcaíno, pianista acompañante del Coro de Saint -Marc de Lyon, Francia, que protagonizó la famosa película de 2004.
Estas son sus pequeñas historias y sus grandes expectativas.
ALEJANDRO DEL MOLINO
Alumno del instituto Jorge Manrique. 12 años.
Se enteró del casting para el musical a través de su padre y no dudó ni un minuto en apuntarse.
“Yo creo que es algo muy bonito y muy importante que voy a recordar siempre. A mí me gusta mucho actuar, bailar y cantar. Lo voy a dar todo para llegar y para cantar y actuar ahí en los conciertos”
Alejandro es consciente de la importancia del apoyo de sus padres, que define como “un refuerzo muy gordo” porque “si yo tengo una aspiración, ellos me van a apoyar”. Conoció la película de “Los chicos del coro” cuando se la enseñaron a los aspirantes, le gusta el estilo de música y cuando pasó las pruebas, iba dispuesto a no dejar pasar el tren sin subirse, “a mí me dijeron que era para divertirse, pero yo iba mentalizado de que lo quería conseguir porque «joé», es una oportunidad”.
MARTÍN HERRERO
11 años. Alumno del Colegio Público Bilingüe Ciudad de Columbia.
Podría decirse que Martín ya tenía currículum en procesos de selección: “La princesa de los renacuajos, me presenté solo para divertirme un poco y gané, me eligieron para el papel antagonista y estuvimos a punto de hacer un Erasmus hasta el COVID”. Sin embargo, tuvo un mal pálpito cuando se presentó al casting de Los chicos del coro: “Tenía que cantar algo solo creo y me salió muy, pero que muy mal. Al final yo decía ‘aquí no me van a elegir, les voy a decir que he venido solo para divertirme’ y pasé, no sé por qué, fue muy raro”.
Nos dice que la película en la que se basa el musical tiene un final triste, pero que le gustó mucho. Cuando sea mayor, una de dos “tenía unas ideas hechas, quería ser actor de teatro musical o actor de cine. Eso era lo que pensaba y si nada de eso funcionaba, pues paleontólogo”.
PAOLA GARCÍA
Tiene 12 años y estudia en el colegio CASVI de Tres Cantos, que fue quien avisó a sus alumnos por si querían apuntarse. “Cuando nos mandaron el mensaje lo primero que hice fue ver la película, antes de nada, pues para saber a qué estaba «audicionando», para saber un poco la temática del musical”.
Paola, que participa en el coro de su colegio, siempre ha querido participar en algo profesional y de momento está muy contenta con la experiencia porque cree que “si te cogen es por algo y es muy importante, si te dicen que has cantado muy bien, no te van a mentir, es porque cantas bien, no cantas mal”.
Confiada en que solo presentarse al casting de Los chicos del coro podía abrirle muchas puertas, ahora que es una de las elegidas, Paola se entrega a los ensayos mientras sueña en voz alta: “Yo me imagino estar ahí en el escenario, pasándomelo muy bien, con un público enorme y pasándomelo muy bien porque a mí todo lo que se involucra en teatro, canto, baile o actuación, me encanta”.
GUILLERMO SÁNCHEZ
“Soy tricantino y estudio en el colegio Humanitas, voy a 6º”.
Así arranca Guillermo, que se enteró del casting “porque fue en mi escuela municipal de teatro y me enteré por ahí”.
Según nos cuenta, él no sabía que cantaba bien o que podría entrar en un musical y está muy emocionado, aunque, -se lo piensa un momento-, “no sé, la verdad, yo creo que después del musical seguiré siendo una persona normal y seguiré viviendo mi vida”.
Pero su vida, aunque sea la de “una persona normal”, como él dice, puede que no sea muy aburrida porque “mi sueño es ser un gran actor que conozca todo el mundo y eso”.
Una montaña rusa de emociones le lleva, sin embargo, a sentirse muy responsable “porque voy a estar en un musical y me tengo que centrar y no dejar los estudios pero también practicar, cantar…”
Y canta, vaya si canta y vaya cómo canta Guillermo. Como dirían nuestros mayores, “este niño canta que da gloria oírlo”.
LUCAS GIMÉNEZ
Lucas es el benjamín de este palmarés de brillantes voces tricantinas.
Tiene 6 años, estudia en el Aldebarán -primero de Primaria, nos aclara- y es de pocas palabras, al menos cuando unos extraños aprovechan un descanso en el ensayo para interesarse por su participación en esta pequeña-gran aventura musical: “He venido aquí porque mis padres querían, no sé qué querían, pero me han elegido… No sé qué más (se encoge de hombros). Hombre es que… no me gusta tanto cantar… aunque sí”.
Todas las dudas que exterioriza Lucas se diluyen en cuanto le pedimos sentarse al piano y tocar algo para nosotros. Y mucho más, cuando unos minutos más tarde, le vemos y sobre todo, escuchamos cantar junto a sus compañeros. Lucas es, con todas las letras, un chico del coro.
AMAYA MICHINEL
12 años. Estudia en el colegio Nuestra Señora de la Merced. “En 3º C, y he llegado hasta aquí porque tengo una amiga que me dijo que iba a hacer el casting, se lo propuse a mi madre y me dijo que lo hiciese. Y después todo esto fue una sorpresa y una oportunidad que se abrió ante nosotras.”
Amaya no se había presentado nunca a un casting y al principio estaba nerviosa, pero lo hizo lo mejor que pudo y ahora está encantada con la experiencia, que empezó a disfrutar desde los primeros días de pruebas. Nos cuenta que espera aprender mucho, evolucionar vocalmente y poder disfrutar de una oportunidad como esta: “Yo quiero que la música me acompañe toda mi vida, pero quiero estudiar otra cosa y dedicarme, aunque la música siga siendo parte de mí. En concreto, he pensado en hacer medicina, biología… y eso es lo que estoy pensando, pero aún soy muy pequeña y me queda mucho camino por recorrer”.
De momento, Amaya disfruta y se emociona participando en la preparación del musical basado en una película que conocía porque en su casa, a su familia le gusta mucho la música.
CARLOTA BARRENECHEA
“Voy a 4º de primaria en el colegio Miguel de Cervantes y estoy aquí porque me gusta mucho cantar y que me vea el público hacer lo que me gusta. Mi madre recibió un correo y me dijo que si me quería apuntar y como a mí me encanta hacer esto, pues le dije que sí, vine a la primera audición, canté una canción y pasé”.
Así de clara y concisa es Carlota, que aunque no lo parezca tiene solo 9 años. Asegura que durante el casting estuvo nerviosa y no sabía qué iba a pasar, “no me lo esperaba y sí me lo esperaba. Luego tuvimos que aprendernos tres canciones de la película y entonces ya pasé y me han cogido para hacer el musical y estoy muy contenta”.
Carlota ha vuelto a ver la película varias veces porque cree que así no le pillará por sorpresa “y que me venga de repente todo, mejor que ya me lo sepa un poquito”.
Desde luego, se lo sabe. Le pedimos que nos cante un poco, se arranca sin pensarlo dos veces y así, a pelo, nos derrite con su preciosa voz.